Cuando la salida se encuentra bloqueada con obstáculos o por inmanejables circunstancias, hay que buscar la puerta de emergencia -"más cercana a usted"- como advierten las azafatas a los numerosos pasajeros de un vuelo, mientras no existe apuro. Sin embargo, son pocos los que atinan a la ruta de escape a la hora de la verdad, por la angustia que enceguece, ensordece, enmudece y desorienta, en medio del susto. Salvarse depende entonces de la calma, la cordura, la mayor cabeza fría y los nervios apaciguados.
Al parecer, las salidas físicas aunque estén debidamente señalizadas, serían insuficientes para superar libre de daños las situaciones desesperadas. La duración menor o mayor de una tragedia según viene, alargaría la confusión y la perturbación. Mientras mayor profundidad tiene el hueco en el que se cae, menos se ve luz en la superficie. Se sabe de extremos contados por décadas de sufrimientos sin tocar fondo, como en las dictaduras prolongadas del castromunismo en Cuba, y la de sus imitadores chavistas en Venezuela.
Es por lo que si de salidas se habla o se escribe, el catálogo de emergencia para Venezuela en ese último renglón enumeraría "dos en la parte de atrás": la invasión armada con apoyo extranjero, o la subversión civil interna y la inevitable e inmediata represión, persecuciones, cárceles, torturas y muertes. “Dos en la parte delantera” con innumerables proposiciones electoreras en las que la dictadura pone reglas, testigos, circuitos y máquinas de votación. Salidas de naturaleza material en su conjunto, con visible escasez de alma y de cabeza para entusiasmar a la mayoría. Mejor disposición colectiva quizás habría en una puerta superior para asestarle el golpe de gracia a la dictadura, si existiera apoyo confiable en cuarteles, tal vez ya hartos de señalamientos como "vende patria" de lado y lado, hasta por familiares y amigos.
En la alcancía de hoy queda un vacío para guardar las fórmulas todavía desconocidas que derrumben con prioridad al virus chino, y con esa calamidad a la otra de la dictadura cubano-venezolana. Sin embargo, se salva la imperativa necesidad de atravesar aquellas puertas materiales, junto a las mentales y espirituales. En la vitrola se escucha la pieza de la ruptura total de Mecano que anticipa que:
"Ese día un día llegará no será pronto ni tarde; cuando no queda cerilla ya, es el dedo lo que arde"..."El uno, el dos, el tres y para de cantar porque a ninguno le interesa escuchar"...
* Las anteriores entradas de la columna ALCANCIA&VITROLA se hallan aquí en: https://comunicadorcorporativo.blogspot.com/, https://www.youtube.com/user/fernandezjosuey https://acentonews.com/alcancia
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