Una docena de militares estadounidenses se encontraba dentro de la Brigada 30, el cuartel del Ejército colombiano que se ubica en la ciudad de Cúcuta, al norte de Santander, y que este martes fue escenario de un atentado con carro bomba.
Los soldados, que forman parte del Comando Sur, asesoraban a sus pares colombianos en la lucha contra el narcotráfico. Reportes preliminares indicaron que dos de ellos sufrieron heridas leves y que se encontraban dentro de los 36 lesionados que dejó por la deflagración.
La Embajada de Estados Unidos en Bogotá confirmó la información poco después. Lo hizo a través de su cuenta oficial en la plataforma Twitter. “Todo el personal de EEUU ha sido verificado y no hay reportes de heridos serios”, escribieron desde la legación diplomática.
Los atacantes eran impostores
De acuerdo con Diego Molano, actual ministro de Defensa de Colombia, dos sujetos fueron los responsables del atentado con carro bomba. El funcionario explicó que los agresores ingresaron a la Brigada 30 a las 3:00 pm (hora local) de este 15 de junio.
Los hombres se infiltraron, haciéndose pasar por miembros de la fuerza pública colombiana.
Ambos atacantes se encontraban a bordo de un vehículo todoterreno blanco. Tras aparcarlo dentro del cuartel, los sujetos procedieron a activar los explosivos que se encontraban instalados en la camioneta.
El primero de los dos estallidos se registró a las 3:10 pm (hora local), mientras que el segundo ocurrió un par de minutos después.
Los hombres escaparon tras cometer el atentado. Por ese motivo, las autoridades colombianas han ofrecido una recompensa de más de 130.000 dólares, a cambio de información que permita dar con su paradero.
Hipótesis apuntan a la guerrilla
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