El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reaccionó este martes a la decisión de la Justicia electoral de investigar sus reiterados ataques al voto electrónico que el país adoptó hace dos décadas y declaró que no acepta “intimidaciones”.
Luis Barroso, quien preside el Tribunal Superior Electoral (TSE), anunció que iniciará un proceso “administrativo” para investigar «las dudas que el mandatario brasileño ha sembrado sobre el sistema de votación de cara a las elecciones del año próximo».
“Barroso le presta un flaco servicio a la nación” y “pretende imponer su voluntad”, declaró Bolsonaro sobre el magistrado.
Bolsonaro sostiene que el sistema electoral actualmente favorece fraudes que, según él, han ocurrido en las últimas elecciones.
El gobernante ha propuesto una enmienda constitucional, que está en trámite en el Congreso, en la cual propone que para los comicios de 2022 se incorpore, en paralelo al voto electrónico, el antiguo sistema de papeletas, que considera el único “realmente auditable”.
Bolsonaro avisó que seguirá “ejerciendo el derecho ciudadano, la libertad de expresión y crítica».
Además, precisó que seguirá escuchando, por encima de todo, a la voluntad popular que desea votar con papeletas.
“Juré dar la vida por la patria” y “no aceptaré intimidaciones”, agregó subiendo el tono frente a un pequeño grupo de seguidores.
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