Desde este viernes, Salvador Sánchez Cerén, ex presidente de El Salvador, es un prófugo de la justicia. La Fiscalía General de la nación centroamericana ha ordenado su captura y detención por malversación de fondos, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
El ex gobernante, quien abandonó el país en diciembre de 2020, permanece en paradero desconocido. Por ese motivo, Rodolfo Delgado, titular del Ministerio Público salvadoreño, indicó que se buscará ayuda internacional para localizar al ex jefe de Estado.
Sánchez Cerén, primer mandatario de El Salvador entre los años 2014 y 2019, es imputado por los aparentes actos corruptos en los que incurrió cuando fue vicepresidente de su antecesor, el ex gobernante Mauricio Funes.
Según la Fiscalía, en sus cinco años como número dos de la administración Funes, Salvador Sánchez Cerén recibió fondos no autorizados por un importe total de 530.000 dólares estadounidenses.
La Procuraduría también libró órdenes de captura contra los ex ministros Manuel Orlando Quinteros, Lina Dolores Pohl y José Guillermo López. Ellos ocuparon sus respectivas carteras durante los gobiernos de Mauricio Funes y Sánchez Cerén.
De acuerdo con los señalamientos, los ex funcionarios también recibieron bonificaciones ilícitas. Dado que se encuentran en el extranjero, El Salvador pedirá su búsqueda y detención, a través de la Interpol.
Mientras ubican al ex presidente y a los ex ministros, las autoridades salvadoreñas procedieron a arrestar a los también ex ministros Violeta Menjívar y Juan Ramón Carlos Enrique Cáceres. La Policía Nacional Civil detuvo, además, a los ex viceministros Calixto Mejía, Hugo Alexander Flores, y Erlinda Handal Vega.
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