Cuando hablamos de información confiable y sustentada, casi siempre nos referimos a números. Sean estudios específicos, estadísticas de organismos nacionales o internacionales, cálculos porcentuales o comparativos, en todos estos ámbitos los números juegan un papel protagónico.
Cuando vemos este tipo de datos, muchas veces tenemos una remota idea de lo que significan, tratamos de imaginarlo, pero su verdadera dimensión o significación casi nunca es plenamente entendida y, por tanto, su real importancia puede pasar desapercibida o simplemente ser ignorada.
Un perfecto ejemplo lo tenemos en los continuos balances de afectación mundial del Covid-19. Tenemos meses escuchando los recuentos de la actual pandemia, cifras que nos hablan de millones de contagiados, recuperados y fallecidos en todo el mundo, pero ¿tenemos una imagen real de las dimensiones de estos números?
Para el 9 de diciembre de 2020, fecha en la que escribo esta nota, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportaba 68 millones 161 mil 156 casos de Covid-19 en el mundo, un millón 555 mil 198 fallecidos y 517 mil 235 personas infectadas en las anteriores 24 horas. Sin lugar a dudas las cifras son alarmantes, pero ¿realmente te las puedes imaginar?
Voy a tratar de ayudar. Para 2019, fecha de la última estadística oficial de la Organización de Naciones Unidas, en el planeta Tierra, habitábamos unos 7 mil 700 millones de personas. Tomando esa cifra como referencia, quiere decir que los afectados por esta pandemia representan el 0,92 por ciento de la población, casi el uno por ciento. Si lo vemos de este modo no parece tanto, ¿verdad? Pero si bajamos en la escala, podemos decir que una de cada 100 personas del planeta se ha contagiado de Covid-19. Eso ya suena a más. Pero sigamos hablando de números y te lo voy a poner de otra forma.
El estadio deportivo más grande del mundo es el Primero de mayo de Rungrado, en Corea del Norte, y puede albergar a 114 mil espectadores. Esto quiere decir que podríamos llenar casi 598 estadios como este con los contagiados por Covid 19.
Por otro lado, uno de los cementerios más reconocidos en el mundo es el de Arlington, en Washington, Estados Unidos, que alberga los restos de unos 420 mil militares y sus familiares. Si enterráramos juntas a las víctimas fatales del Covid-19, necesitaríamos casi cuatro camposantos como el de Arlington. Ya se empieza a ver distinto, ¿no?
Hasta aquí hemos hablado de cifras puras y duras, es decir, de casos que han sido confirmados plenamente, pero el pasado mes de octubre, la Organización Mundial de la Salud estimó que, en realidad, podría haber un 10 % de la población infectada, es decir, unos 780 millones de personas, con lo que los 598 estadios Primero de Mayo de Rungrado se convertirían en 6 mil 842. Algo similar podría suceder con las muertes, ya que muchos decesos de personas con casos de afecciones respiratorias y de otra índole no son atribuidos al Covid-19.
Abundan las estadísticas y serían muchos los números que podríamos analizar aquí, pero la verdad es una: nuestro planeta se ha visto afectado prácticamente en su totalidad por una enfermedad que ha cobrado muchas vidas, ha afectado a millones de personas y ha convertido en armas silenciosas a incontables seres humanos que la portan sin presentar síntomas, pero con la capacidad de contagiar a otros.
Ante esto, y mientras no dispongamos de una vacuna comprobadamente efectiva y masivamente aplicada, solo queda un arma para defendernos, y es la PREVENCIÓN, con medidas tan simples como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el aseo de las manos. Son medidas sencillas que te pueden separar de un asiento en alguno de los estadios o de un lugar de descanso en un Arlington.
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