Estados Unidos y Rusia volverán a tener embajadores en sus respectivas capitales. La medida, descrita como un gesto de buena voluntad, forma parte de las conclusiones a las que se llegó durante la cumbre bilateral que se desarrolló, este miércoles, entre el presidente Joe Biden y su homólogo Vladimir Putin.
Al cierre de la reunión, celebrada en Ginebra, Suiza, Putin habló con los periodistas. En sus declaraciones, el mandatario ruso calificó el cara a cara como una cita “absolutamente constructiva”. El jefe de Estado confirmó que los embajadores “regresarán a su lugar de trabajo”.
Las relaciones entre Washington D.C. y Moscú quedaron congeladas a comienzos de este año, luego de que Rusia diera el paso de retirar a su embajador Anatoly Antonov. En respuesta a ese gesto, la administración Biden removió a John Sullivan, su representante en suelo ruso.
Todo ocurrió en abril, cuando el titular de la Casa Blanca tildó a su contraparte rusa de ser un “asesino”. Lo hizo durante una entrevista concedida a la cadena televisiva ABC.
En esa conversación, el ocupante del Despacho Oval afirmó que Vladimir Putin “pagaría las consecuencias” por intentar socavar la candidatura que le permitió llegar a la Presidencia de los Estados Unidos.
Días antes de esas declaraciones, Biden había ordenado la remoción de 10 miembros de la misión diplomática rusa en Washington D.C. Entre los expulsados se encontraban integrantes del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, un cuerpo de inteligencia al que la Unión Americana acusa de acometer ataques cibernéticos contra los sistemas del Gobierno estadounidense y contra grandes compañías.
“Siempre es mejor verse cara a cara”
El protocolo implementado en el encuentro Biden – Putin permitió a los medios ingresar a La Grange, la lujosa villa que es utilizada por el Gobierno federal de Suiza para alojar convenciones y recibir a dignatarios.
Antes de que la prensa fuera retirada del salón en que se efectuó la reunión, el presidente estadounidense dijo a los periodistas que “siempre es mejor verse cara a cara”.
Le puede interesar: Cara a cara: Biden y Putin se reúnen en Ginebra
El comentario de Biden no sólo hizo alusión a la conversación telefónica que sostuvo con su par ruso en enero de este año. Las palabras del primer mandatario estadounidense han sido interpretadas como una señal de que el demócrata busca crear relaciones no amistosas, pero sí armoniosas, entre los Estados Unidos y uno de sus rivales históricos.
De hecho – y para afianzar esa intención – Joe Biden agregó que, con el intercambio de este miércoles, “estamos tratando de determinar dónde tenemos un interés mutuo, dónde podemos cooperar y dónde no”.
La advertencia de Biden si Navalny muere
Al término de la cumbre – y en una rueda de prensa individual – el presidente Joe Biden manifestó la preocupación de su Ejecutivo por la suerte del líder opositor ruso, Alexei Navalny.
La salud de Navalny, sentenciado a tres años y medio de prisión por la justicia de su país, se ha deteriorado, de forma progresiva, desde su detención en una colonia penal localizada al este de Moscú.
El dirigente, un duro crítico del presidente Vladimir Putin, se ha quejado de entumecimientos y dolores de espalda. También ha acusado a las autoridades de no proporcionarle una atención adecuada.
En protesta, Alexei Navalny, quien casi muere al ser envenado por el servicio secreto ruso, realizó una huelga de hambre que se prolongó por 24 días. El ayuno culminó por decisión del propio abogado, luego de recibir la vista de dos médicos civiles.
Lea también: Alexei Navalny reapareció tras 24 días de huelga de hambre contra Vladimir Putin: “Soy un esqueleto espeluznante”
Consciente de esas realidades, Joe Biden lanzó una dura advertencia. “Le dejé claro (a Putin) que las consecuencias serían devastadoras para Rusia si Navalny muere en prisión”, aseguró.
El titular de la Casa Blanca añadió que “los derechos humanos siempre van a estar sobre la mesa” y que “por eso vamos a seguir expresando nuestra preocupación sobre casos como el de Alexei Navalny”.
Comments