En México se realizará este domingo una polémica consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes del país por corrupción y otros delitos.
La consulta popular del 1° de agosto, la primera de la historia de México a nivel nacional, fue convocada por el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien llegó al poder en 2018 con la promesa «de erradicar la corrupción».
Sin embargo, el presidente dice que no votará para no fomentar la «venganza», por lo que la campaña está en manos del partido izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Por esa razón, los aliados de AMLO tienen que conseguir una participación del 40% para que la decisión «sea vinculante.»
¿Para qué sirve este referéndum?
Según explicó a EL PAÍS, el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, la pregunta es deliberadamente ambigua y general porque “una consulta de este tipo no es una apelación a procesos judiciales, sino a una especie de comisión de la verdad, a instrumentos no jurisdiccionales que pudieran generar una salida a conflictos y a sucesos dolorosos para el país”.
“Los procesos judiciales no se consultan, pero sí se puede consultar a la gente si quiere o no que se lleven a cabo procedimientos de investigación o de sanación nacional. De justicia transicional”, agregó.
La oposición rechaza la realización de este referéndum y se opondrá en lo absoluto a la aplicación del veredicto.
Esto debido a que, legalmente, la implantación de un sistema de justicia transicional requiere de un amplio debate público, social, en el Parlamento y, por supuesto, de un consenso suficiente.
Sin los ex presidentes en la pregunta
En un inicio, la consulta iba a preguntar si el Gobierno debía investigar y enjuiciar a los exmandatarios Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Pero la Suprema Corte modificó la pregunta, que finalmente cuestionará a los mexicanos si están de acuerdo en realizar «acciones con apego al marco constitucional y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos».
Ajenos al cambio de pregunta, los promotores de la consulta hacen campaña desde el 15 de julio empapelando las calles con las caras de los ex presidentes de lo que López Obrador llama «el período neoliberal».
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