Telesurlibre / OJO CON ESO TV
Pocas personas conocen de cerca la intimidad y el pensamiento del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Entre ese selecto grupo se encuentra Sergio Ramírez, un abogado y escritor nicaragüense que, en 2017, recibió el Premio Cervantes de Literatura.
Tanto Ramírez como Ortega formaron parte de la Revolución Sandinista, el movimiento que depuso a la dictadura de Anastasio Somoza. El primero lo hizo desde la intelectualidad, mientras que el segundo participó con fusil en mano.
Tras haber derrocado al régimen somocista, ambos dieron forma a la Junta de Gobierno que rigió los destinos de Nicaragua entre 1979 y 1984. Ese último año, Daniel Ortega se impuso en comicios presidenciales y pasó de ser un importante líder guerrillero a ser el primer mandatario de su país.
La cercanía entre uno y otro llevó al jurista a convertirse en el vicepresidente de un Ortega que perdió el poder en 1990, después de ser derrotado, en las urnas electorales, por la ex presidente Violeta Barrios de Chamorro.
A partir de ese momento – y aprovechando el fin del primer gobierno sandinista – Sergio Ramírez tomó distancia de Daniel Ortega. El alejamiento fue de tal magnitud que, a mediados de los ’90, el galardonado escritor se convirtió en uno de los más duros críticos del actual jefe de Estado.
Hoy, en medio de un exilio autoimpuesto, Ramírez no titubea en referirse a su ex compañero y ex copartidario como un autócrata que “no tiene límites”. “Su estrategia es a cualquier costo sostenerse en el poder”, expresó el abogado al diario chileno “La Tercera”.
Durante esa entrevista, el ex vicepresidente criticó las arremetidas ordenadas, desde el Ejecutivo nicaragüense, contra la disidencia y la dirigencia opositora. La escalada, calificada por Sergio Ramírez como una “ola represiva”, ha permitido a Ortega y a su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo, encarcelar a 13 líderes, entre ellos cinco candidatos que buscan competir por la Presidencia en los comicios generales previstos para este año.
A juicio del escritor, el accionar de Ortega y de su primera dama responde a la necesidad de eliminar a cualquier rival de peso, con la intención de “llegar a las elecciones de noviembre con un candidato opositor a su gusto y a su medida”.
Ramírez no es el único
La del Sergio Ramírez no es la única voz que se ha alzado para condenar la actitud poco democrática de Daniel Ortega y del resto de funcionarios que forman parte de su Gobierno.
Durante el pasado jueves, el rotativo nicaragüense “Confidencial” hizo pública una carta que se encuentra suscrita por más de 100 personalidades de la izquierda latinoamericana, norteamericana y europea.
En el listado de firmantes aparecen figuras de relevancia como el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, o la escritora e intelectual mexicana, Elena Poniatowska.
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