Pedro Castillo, el maestro que solía enseñar en una escuela rural de los Andes peruanos, es, desde este miércoles, el nuevo presidente de la nación inca.
“Juro por los pueblos del Perú, por un país sin corrupción”, dijo el docente de 51 años de edad, durante un acto que se celebró en el Congreso de Lima, sede del poder Legislativo.
Hasta ese recinto se trasladaron figuras como el rey Felipe VI de España. A la ceremonia también acudieron cinco mandatarios latinoamericanos.
Entre los jefes de Estado figuraron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Iván Duque y Ecuador, Guillermo Lasso.
El Ejecutivo brasileño estuvo representado, entretanto, por el vicepresidente Hamilton Mourao.
Según información divulgada por el diario “El País” de España, Castillo también estuvo acompañado por Evo Morales, un ícono de la izquierda latinoamericana, que gobernó Bolivia entre enero de 2006 y noviembre de 2019.
A partir de este 28 de julio – y por un espacio de cinco años – Pedro Castillo deberá concretar las promesas con las que conquistó el corazón de los electores.
El educador, quien no tiene experiencia previa en cargos de elección popular, se impuso a su rival, la derechista Keiko Fujiromori, por 44.000 votos.
Su proclamación como presidente electo se produjo el 19 de julio. Ese día, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ratificó su victoria.
Para emitir el dictamen, el JNE pasó mes y medio resolviendo impugnaciones de votos y apelaciones presentadas por el fujimorismo.
En la búsqueda de distancia
Desde sus tiempos de candidato, Pedro Castillo ha propuesto un plan de gobierno que contempla la repartición equitativa de la riqueza, así como la elaboración de una nueva Constitución.
En su campaña, el maestro y dirigente sindical también arremetió contra el neoliberalismo y asomó la posibilidad de incrementar los impuestos corporativos.
Ese lenguaje, sumado a la inclinación marxista de su partido Perú Libre, activaron las alarmas de empresarios, intelectuales y del establishment político.
Consciente de tal realidad, Castillo ha trabajado para moderar su tono. La semana pasada, en un intento por distanciarse de dictaduras como las de Venezuela y Cuba, aseguró que no pretende copiar “modelos” extranjeros.
Con esa misma intención, ha aprovechado sus recientes apariciones públicas para repetir que no es “comunista, chavista o terrorista”.
Esas declaraciones han provocado roces entre el nuevo jefe de Estado y Vladimir Cerrón. El neurocirujano, ex gobernador de Junín y máximo líder de Perú Libre, es considerado como un hombre proclive a los ideales castristas y “maduristas”.
Dificultades para formar gabinete
Tres días de ceremonias marcarán la asunción de Pedro Castillo. La inédita duración de la toma de posesión no responde a un requisito protocolar, sino a las dificultades experimentadas por el nuevo gobernante para conformar su gabinete.
En teoría, el docente debía juramentar a los ministros de su Ejecutivo hacia la tarde de este miércoles. Sin embargo, a primera hora de este 28 de julio ni un solo nombre había sido confirmado de manera oficial.
La falta de definición puso en evidencia la ausencia de consenso entre Castillo y Vladimir Cerrón. Éste último pugna con el nuevo presidente para colocar gente de su confianza en posiciones clave.
A las diferencias entre el educador y el médico cirujano se suma la falta de consenso entre Perú Libre y las organizaciones políticas aliadas, que también buscan tener una cuota de participación dentro del Gobierno.
Por ese motivo, las investiduras se han postergado para el jueves y el viernes. De acuerdo con el equipo de comunicaciones de la nueva Presidencia, este 29 de julio Pedro Castillo oficializará la posesión el presidente del Consejo de Ministros.
Los demás integrantes del Ejecutivo tendrán que esperar hasta el 30 de julio para juramentarse en sus respectivos cargos.
Versiones extraoficiales indican que Pedro Francke, asesor de Castillo en la recta final de su campaña, ocupará la cartera de Economía.
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